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jueves, 23 de diciembre de 2010

El Mágico espíritu de la Navidad…


Lo más importante es que al Espíritu de la Navidad hay que recibirlo con alegría, felicidad, sentirnos bien y en armonía. A algunas personas les entristecen las fiestas de fin de año, se lamentan por la situación económica o por recuerdos del pasado, por familiares que ya no están físicamente en este plano o alguna otra preocupación personal, pero debemos aprovechar este tiempo para dar un toque de alegría y mejorar pensamientos y vibraciones para que la abundancia y el amor nos acompañe. Nuestra actitud representa la abundancia y la prosperidad que nosotros mismos nos generamos… el recibimiento de esta energía tan especial hay que hacerlo de manera sencilla, sin complicaciones. Días antes de la llegada del Espíritu de la Navidad arreglaremos nuestro hogar, ordenamos todo, desechando cosas que no se usan, objetos viejos, partidos y dejamos lo bello, lo nuevo, lo hermoso, que brille la luz de la prosperidad, salud y felicidad.

El maravilloso y Mágico Espíritu de la Navidad solo llega aquellos lugares donde hay espacio para entrar, no importa que sobre o falte en tu mesa, en tu casa, cuanta esencia tengas para limpiarla o cuantas velas prendas para invocarlo, él llega con un solo mensaje llenar de amor nuestros espacios internos para sacar lo que nos daña, lo que nos pesa y bloquea nuestra verdadera riqueza: la capacidad que tenemos para actuar y alcanzar siempre nuestros objetivos materiales, espirituales, y profesionales y convertirnos en seres realmente prósperos y dichosos por eso en este momento vamos a conectarnos con el perdón.

El perdón es una expresión de amor y se basa en la aceptación, aceptación implica dejar ir el dolor y continuar la vida. La falta de perdón inhibe el progreso personal pues nos mantiene estancados, atados a una persona o a la situación no perdonada.

En nuestro Ritual de Invocación Del Espíritu de la Navidad lo primordial es perdonarnos primero a nosotros mismos por no haber respondido al ideal de cómo deberíamos ser. Cuando nos perdonamos por nuestros errores, nuestro auto aceptación y nuestro auto perdón se extiende a otros. Perdonar implica desprenderse del dolor, el resentimiento, la ira y el deseo de venganza o represalia. El acto de perdonar es una de las partes más importantes de la celebración del Espíritu de Navidad, pues significa un compromiso personal, la profunda certeza de que hacemos y pensamos lo correcto.

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