Amigos del Jardín

En este Jardín de Aromas, los sueños se vuelven realidad... Gracias... por formar parte de mi Jardín!!

martes, 3 de mayo de 2011

Reencontrarnos con la inocencia de nuestro Niño Interior…


Hoy te invito a la lectura de este hermoso artículo que nos ayudará mediante una pequeña meditación a conectarnos con nuestro niño interior…
Muy dentro de nosotros vive el niño que una vez fuimos. Para la mayoría de nosotros, nuestro niño interior yace oculto bajo las capas que hemos puesto para convertirnos en adultos. En nuestra prisa por vivir como adultos, tal vez hemos olvidado la sabiduría y la inocencia que una vez poseímos cuando éramos niños. Durante la meditación, podemos conectarnos con nuestro niño interior y recuperar lo que hemos olvidado. Puedes iniciar encontrando una foto de ti mismo de niño que puedes ver durante unos minutos. Siéntate en una posición relajada, cierra los ojos y respira profundamente. Ten la intención de que te vas a conectar con tu niño interior. Espera a que aparezca una imagen de ti mismo de cuando eras pequeño en tu imaginación. Ve como tu ser adulto abraza a tu niño interior. Escucha lo que te dice tu niño interior. Tal vez quiera darte la respuesta a una pregunta que has estado considerando por un largo tiempo. Después de todo, cuando eras niño, no tenías que buscar fuera de ti para saber cómo te sentías o lo que era verdadero para ti. Siempre supiste las respuestas. También puede haber un dolor de una herida de tu niñez que ahora puedes sanar hablando con tu niño interior y ofrecerle la sabiduría y la perspectiva que llega con la madurez. O, ¡quizás sólo has olvidado como ver al mundo con la maravilla y la esperanza de la niñez! Y a tu niño interior le gustaría recordar cómo. Dile a tu niño interior que lo amas y que lo protegerás de cualquier daño. Abrázalo y dile que siempre estarás para él. Permite que tu niño interior esté siempre para ti. El conectarte con tu niño interior con una meditación es una herramienta muy útil, pero también te puedes conectar sin necesidad de meditar. Sal a jugar, cómprate un helado, camina en el parque. Permítete reír y divertirte. Date permiso de ser tan sabio como tu niño interior para que puedas dejar de enfocarte en lo que no es importante y comiences a vivir como si cada momento fuera precioso. Tu vida estará colmada de plenitud y alegría…

No hay comentarios: