¿Te has puesto a pensar qué es para ti un milagro? Yo estoy segura que todo el tiempo se producen pequeños milagros en nuestras vidas, siempre y cuando estemos dispuestos a verlos cumplidos… El tema es preguntarte ¿crees en los milagros? ¿Los ves claramente en tu vida? ¿Eres consiente de ellos? O simplemente dejas pasar los días unos tras otros sin observarlos, sin detenerte a meditarlos, sin agradecerlos…
El hecho de tener un empleo, de ser una persona sana, de tener una familia, de amanecer cada día, todo esto constituye para mí, en mi vida, obrar “pequeños milagros”. No veo lo que me falta, sólo veo lo que tengo…
También debes saber que tus días dependen de ti. Si al levantarte tienes una actitud optimista, les darás lugar a los buenos acontecimientos. Si por el contrario, ya desde los primeros minutos del día te lamentas por tu empleo, te pesan las responsabilidades de los hijos, tu familia o los quehaceres del hogar; no tendrás la oportunidad de ver en todo aquello el milagro magnífico que es la vida…
Te propongo que te observes durante unos días, dos por lo menos. Levántate a la mañana y sonríe con ganas, despiértate alegre de comenzar una nueva jornada, sea donde sea que te toque estar… Levántate abierto a ver todos lo milagros que se producen en tu vida a lo largo del día. Te sorprenderán los resultados! A la noche, ya dispuesto a retomar el descanso, harás el recuento de esos pequeños milagritos y observarás que siempre estuvieron allí; sólo que tú no los podías disfrutar por que no los veías como tales…
Ahora que lo puedes ver, agradécelos y verás cómo el Universo los multiplica para ti…
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